(Por Mauro Aguer - Copyright)

INTRODUCCIÓN

Nunca intente realizar un plan de entrenamiento de alta competencia sino sabe exactamente cómo hacerlo, lo recomendable es acudir a un veterinario especializado en animales deportivos de alto rendimiento que programe un adecuado plan de entrenamiento (y en función de la respuesta del ejemplar ajuste variables) como así también, a un veterinario nutricionista que indique en función de la especificidad de la competencia la dieta que cubra las necesidades del atleta canino

1) CARGAS, ESTRÉS, AGOTAMIENTO E INDICADORES

Toda carga que realice el atleta canino elevará su estrés, este hecho hace reaccionar al organismo con una respuesta compensadora o recuperadora la cual de lograr producir una adaptación positiva, promoverá mejoras en el entrenamiento.

CONSIDERACIONES SOBRE CARGAS

a) Las cargas que se encuentren muy por debajo del potencial de rendimiento óptimo del individuo suelen ser sin riesgos, pero solo producirán leves mejoras.

b) Las cargas que carezcan de variabilidad, nunca producirán óptimas mejoras y llevarán al individuo “inevitablemente al estancamiento” (Vorobjeva y Voroviev, 1978).

c) Las cargas que extralimiten intensamente las capacidades de respuesta del individuo pueden ser muy riesgosas, no permitirán que el organismo realice una adaptación positiva, esto puede causar déficit en la capacidad inmunológica, aparición de micro y macro lesiones musculares, necrosis muscular, agotamiento, etc.

d) Cargas ideales: Las cargas deben ser progresivas, planificadas en función de la respuesta del ejemplar y contar con apropiados descansos para que se produzcan las adaptaciones positivas (supercompensación) que permitan una adecuada evolución del individuo en el entrenamiento y lo lleven a su óptima forma.

INDICADOR DE FATIGA Y AGOTAMIENTO

Resulta imprescindible disponer de un método de control cuantificable sobre el estado del individuo durante el período de entrenamiento, en tal sentido, el análisis de sangre se vuelve un fiable indicador dado que los perros que trabajan cargas aeróbicas, ya que a medida que su entrenamiento evoluciona, amplían su sistema cardiovascular e incrementan la cantidad de hemoglobina en sangre, también se elevan los niveles de magnesio y hierro (Omar Beltran), por añadidura, si dicha condición no se cumple, será señal de elevado estrés orgánico producto de gran fatiga, inadecuada nutrición, etc.

Notas:

a) Los indicadores como el control de ritmo cardíaco y temperatura rectal, son solo fiables para ejemplares que realizan cargas invariables (de intensidad y volumen fijo), éstas generalmente las ocupan perros con baja o moderada actividad física o atletas caninos de alto rendimiento en alguna fase de mantenimiento.

b) Se debe tener especial cuidado con las superficies donde ejercitamos a nuestros perros, siendo ideal suelos de tierra. Si el perro ejercitará sobre asfalto debemos prestar mucha atención a las almohadillas plantares ya que pueden sufrir daños (consulte con su veterinario por algún productos especializado para las almohadillas. Son de uso recomendable para perros que entrenan en superficies duras).

ALIMENTACIÓN

Habrá que tener presente que la alimentación de un perro que realiza deporte requiere aportes nutricionales adecuados (que exceden a los de una dieta estándar). Un ejemplo general o estándar (el cual puede variar acorde a la especificidad de la competencia que realiza) para un atleta canino de alta competencia sería:

Proteínas: Es fundamental incorporar a la dieta altos porcentajes de proteínas de origen animal con el mejor VB posible (mayor nivel de nitrógeno), pues muy básicamente, de estas depende el desarrollo y reparación del tejido muscular y óseo, como así también, el mantenimiento de los procesos metabólicos. Deben ocupar un porcentaje nutricional aproximado del 40 a 45 %.

Grasas: la grasa es la mejor fuente de energía, no genera tanto calor residual (minimizando el sobrecalentamiento durante el ejercicio) y puede ser suministrada en buenos porcentajes al perro dado que este la metaboliza al doble de la tasa observada en los seres humanos (De Bruijne 1981, et al.). Debe ocupar un porcentaje nutricional aproximado del 30%.

Carbohidratos: Su vía energética es mediante el sistema glucolítico (o anaeróbico láctico). Los perros no tienen necesidades de carbohidratos; no obstante, una ingesta moderada (ej. 20 a 25%) asegura mantener plenas las reservas de glucógeno (la tasa de llenado máxima ocurre cuando los carbohidratos se administran dentro de los primeros 30 minutos post entrenamiento).

Nota: El exceso de carbohidratos “producen acumulación de ácido láctico en los músculos dando lugar a una condición denominada hipoglucemia que causa debilidad y fatiga en el perro” (Orijen White Paper, traducido, adaptado).

Fibras: Es conveniente que solo ocupen de 5 a 10%.

AGUA

El agua actúa en el organismo como un solvente que facilita las reacciones celulares y es un medio de trasporte para los nutrientes. Debido a su elevado calor específico puede absorber el calor que generan las reacciones metabólicas con un mínimo aumento de la temperatura (Casey y col 2001). Vale mencionar que un estado de deshidratación avanzado en el ejemplar no permitirá que la sangre fluya adecuadamente (con las implicaciones negativas que ello tiene a nivel fisiológico), por consiguiente, mantener una apropiada hidratación es vital, pues cada vez que el atleta padezca sed su rendimiento habrá desmejorado.

Algunos puntos a considerar en el atleta canino respecto de altas temperaturas ambiente y consumo de agua:

a) La mayor parte del cuerpo es agua, aproximadamente un 70 %, la perdida de agua entre el 10 a 15 por ciento puede significar la muerte del animal.

b) La hidratación es el factor más importante que determina la capacidad de resistencia, dado que el agua es el elemento termorregulador del organismo, es decir, cuanto más deshidratado un atleta se encuentre, más rápido se recalentará.

c) Nunca se debe entrenar a un perro en elevada temperatura ambiente, ellos carecen de suficientes glándulas sudoríparas (las disponen en almohadillas de las patas y en las zonas aisladas con poco pelo como el vientre) y solo cuentan con el jadeo como principal medio para disipar velozmente el calor, el cual de resultar insuficiente, puede causar un choque térmico capaz de dañar múltiples órganos e inclusive, colocar al ejemplar en riesgo de muerte.

d) Si los volúmenes de las cargas se extienden más de 45 minutos se puede suministrar agua al atleta canino, por ejemplo: treinta minutos antes del entrenamiento, un ejemplar de 5 kilos puede beber 65 cc, incluso en exigencias muy altas (2 h o más) se pueden dar " pequeñas raciones" de agua en algún descanzo que se realice en la rutina de entrenamiento (esperar aprox 10 min para que baje la agitación, dar aguar y retomar el ejercicio).

e) Una vez concluida la actividad física y en tanto la temperatura corporal como el ritmo cardíaco se hayan normalizado, el perro debe “disponer de toda el agua fresca y pura que pueda beber”.

DESCANSO

El descanso es literalmente imprescindible, se contabiliza en horas de buen sueño (donde ocurre la mayor parte de la reparación muscular) y día completo de inactividad física.

Hay tres puntos importantes a considerar:

a) Mantener los horarios de descanso ya que las hormonas tienden a comportarse de forma cíclica.

b) No someter al organismo a cargas de altas intensidades por más de tres días continuos.

c) El día de inactividad física convendrá planificarlo posterior al que se trabajen las cargas que generen más alto estrés al organismo (generalmente, suelen ser anaeróbicas).

BIBLIOGRAFÍA

Mauro Aguer (2014) Yo soy Américan Pit Bull Terrier, pag 175-184